"Fósil"

                                                           Sin tarima... para mí, el mejor escenario.

El martes pasado fue el día del estreno de la obra que yo y mis compañeros, desde el Aula de Teatro de la UAM, llevamos preparando desde octubre. Para mí, esta ha sido una fecha bastante importante, y por ello he deseado compartirla en este blog.
El martes por la mañana estuve nerviosísima, y con un dolor de estómago increíblemente fuerte. El simple hecho de pensar que tan solo unas horas después tendría que ponerme delante de un grupo de personas desconocidas observándome (o eso espero, creo que mi actuación no era tan aburrida después de todo) desde esa oscuridad en la que siempre se encuentra el público...  y que, enfrente de estas, tendría que decir mi texto sin equivocarme y sin trabarme, me causaba una presión y un temor increíble. "Es como si fueseis a hacer un examen" recuerdo que nos dijo nuestro profesor justo antes de que nosotros tuviéramos que mantener silencio entre bambalinas esperando a que todo el mundo se sentase y comenzase la actuación. 
"Como un examen..." pensé. ¡Qué mensaje más tranquilizador! ¡Pero qué cachondos pueden ser los profesores en momentos tan intensos como en los instantes de la espera a salir y exponerse delante de cualquier público! Sin embargo, después de conseguir olvidar ese comentario (que no tiene por qué ser tan importante si de verdad tú no lo deseas) respiré muy hondo y salí al escenario...
"Fósil" es el título de nuestra obra. A partir de un sinfín de documentos extraídos de novelas como "1984" de George Orwell, entre todos hemos creado durante estos meses una especie de distopía centrada en el año 2065 que, sinceramente, nos ha hecho reflexionar a todos los participantes de la obra.
La historia comienza describiendo el día a día de los felices habitantes que tienen la suerte y el gran honor (o eso es lo que creen ellos, recordemos a María Acaso en su obra "Esto no son las Torres Gemelas publicada en 2006, en la que se muestra el control de los estados, multinacionales y demás entidades poderosas sobre las creencias de la población) de poder vivir en la grandiosa ciudad llamada Mediavilla.
Esta ciudad se encuentra totalmente robotizada por el continuo desarrollo de las nuevas tecnologías, las cuales, sin apenas darse cuenta los mediavillenses, han pasado a mecanizar a los propios seres humanos, obligándoles a permanecer atados y sonrientes a un mundo feliz y perfecto a través de unos chips de localización insertados en sus cerebros (denominados tecnoinjertos) que les hacen ver la realidad solo como "los de arriba" pretenden que la vean, sin hacerles pensar, por ejemplo, en el gran muro que rodea su ciudad, separándoles del resto del planeta.
¿Podríais establecer alguna relación entre la vida de los personajes que aparecen en esta obra de teatro, y la manera de funcionar que verdaderamente presenta nuestra sociedad actual? No sé vosotros, pero cada vez percibo una menos distinción entre personaje y ser humano real en esta historia.

Celia.

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