Actividad 9: "Con un aire oriental..."

(antes...

                                                             ... y después)

Por cierto. Antes que nada, quería decir que al entrar en esta página me he dado cuenta de que justo la actividad anterior (que hablaba sobre lo que hizo mi grupo en relación con el Día de la Mujer) ha resultado ser justamente la actividad enumerada como la octava.
A lo mejor es una tontería, pero solo quería comentar que me ha llamado bastante la atención que el título de esa actividad tuviese el mismo número que la fecha en la que se celebró este día. En el primer momento en que lo vi pensé: "¡Ahí va! ¡Una sincronía! Y me sentí bastante identificada con lo que la profesora nos explicó en las clases de los viernes anteriores.
Pero bueno, no voy a seguir hablando de ello porque no deseo "robarle" el protagonismo a esta actividad; la número 9.
Ya sabéis (y si no lo sabíais, os lo explico) que cada semana en nuestra clase de Educación Artística hay un grupo que se ofrece para vestir literalmente a nuestra profesora.
(Nota: vestir, no disfrazar; ahora entiendo por qué, Pilar).
Nosotros después de haber estado durante algunas semanas hablando sobre este asunto, nos dimos cuenta, pasadas las semanas, de que nuestro turno se acercaba, y que todavía no teníamos ni idea de cómo plasmar algo que para nosotros propusiese un gran tema de reflexión, pero simplemente con la utilización de algunas prendas.
Finalmente, algunas compañeras plantearon una temática con la que todos estuvimos de acuerdo: quisimos entonces dar a la última clase de Semana Santa un ligero "toque" oriental que, junto con la actividad relacionada con los mandalas, nos pareció algo idóneo para la ocasión.  Además, me pareció que el "aire" oriental que recibiría la clase contrastaría un poco con lo que todos teníamos en mente aquel día: procesiones, torrijas, saetas... en definitiva, a mí personalmente me encantó aquella gran mezcla de culturas.
En cuanto a la reflexión que me gustaría aportar acerca de la ropa en sí que utilizamos para vestir a nuestra profesora, querría aclarar que posiblemente vestir a una mujer con prendas tradicionales utilizadas por mujeres que muchas veces están obligadas ello, ya sea por la existencia de un hombre que, de manera forzosa, haga que una mujer no pueda mostrar partes de su cuerpo, o bien por la influencia de una sociedad con altos niveles de machismo; pueda resultar ser una acción bastante violenta. 
No, pensamos que aquí no sería válida la famosa frase hecha: "Si quieres acabar con tu enemigo, únete a él". Pero sí queríamos recordar esta desigualdad, y hacer hincapié en ella para promover la reflexión que conlleva.
Actualmente, algo muy corriente en el lugar en el que vivimos es ver a mujeres tapadas "de arriba abajo" con prendas que, por muy culturales y tradicionales que sean, no dejan de tener un origen y una finalidad claramente discriminatoria e inmoral.
No es por comparar culturas, pero en España, por ejemplo, a pesar de que parece que cada vez somos más sensibles y conscientes del daño que podamos causar a los demás, todavía seguimos acudiendo a plazas de toros para ver una corrida en la que, cuanta más sangre haya, mejor. 
Lo que pretendo decir aquí, simplemente, es que reflexionemos sobre nuestras queridísimas tradiciones, y que nos empecemos a plantear la cuestión sobre qué es lo que debe valer más: ¿el respeto, o la continuación de actividades llevadas a cabo por nuestros antepasados?
Celia.

Comentarios

  1. Es muy complejo Celia, a mi me parece que tan tremendo puede ser cubrirse con un burka como ofrecerse como un objeto con una ropa ínfima, lo fuerte es que el cuerpo de la mujer siempre es el espacio de batalla, no hay manera, con el cuerpo de ellos no pasa lo mismo

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