Actividad 11: "Caro diario"



(portada película "Caro diario")
Fuente: Filmaffinity España
Esta película, recomendada en la sesión anterior de la clase de Educación Artística, en mi opinión puede servir como una gran herramienta para hacernos reflexionar sobre aspectos en los que posiblemente en nuestro día a día no nos fijamos, pero que pueden resultar ser realmente hermosos si los miramos con "ojos" distintos a los que utilizamos normalmente para observar aquello que nos rodea.

No pude ver toda la película, solo encontré algunas escenas sueltas en YouTube, pero me gustaría hablar (o escribir) sobre algo que me llamó la atención. 

El protagonista nos va describiendo mientras viaja en su moto todos sus gustos y deseos, como el de bailar (por cierto, me gustó la idea de poder volver a ver a la actriz de "Flashdance", Jennifer Beals; ¡qué recuerdos!), y me pareció muy curioso que se fuese fijando en todos los paisajes y edificios que se encontraban a su paso, admirando su... ¿belleza?

A mi parecer, algunos eran más vistosos, pero otros edificios, que eran los típicos que una persona puede encontrarse paseando por cualquier ciudad, resultaban ser realmente feísimos.

Pero, "claro -pensé- la fealdad puede ser algo tan subjetivo... y además, que algo pueda ser descrito por la palabra (para mí feísima, valga la redundancia) "feo" no quiere decir ni mucho menos que no pueda ser admirado. De hecho, aunque algo sea, volvemos a repetir, feo, esta cualidad no tiene por qué quitar a algo para nada su encanto. Pues sí, el protagonista de "Caro diario" goza con las vistas cotidianas que le aportan los edificios urbanos del lugar donde vive ¿y qué? Existe en la actualidad un gran número de actos, personalidades y crímenes que son realmente feos, y sin embargo a veces los aceptamos, incluso los alabamos. ¿Qué hay de malo entonces fijarse en un edificio soso y gris y llegar aún así a verlo como algo bello, a su manera?

Lo que pretendo decir con esto es que no solemos estar pendientes de aquello que en nuestra vida cotidiana "pasa" a nuestro alrededor sin darnos cuenta. Sufrimos (yo la primera) durante toda la vida por no poder ver fenómenos o monumentos que suelen ser definidos como "bonitos", como la aurora boreal, la Torre Eiffel... (que más que nada, a mi parecer, son injustamente tratados como meros objetos comerciales); sin fijarnos en lo que hay a nuestro alrededor (y no me refiero, en nuestro caso, a que debamos admirar solamente las obras de arte españolas).

No recuerdo si lo comenté en mi descripción del blog, pero en mis ratos libres me gusta hacer teatro, y en un grupo de la universidad al que voy todas las semanas nos propusieron probar el típico juego del "lazarillo" en el que un compañero con los ojos vendados se deja guiar por otro solo en base a su voz. 

El profesor, con el fin de que nos fijásemos en los estímulos que no solemos percibir normalmente, nos tuvo caminando "a ciegas" durante un buen rato por el campus de la universidad, y he de decir que, cuando intentas ver todo como un juego, y te esfuerzas por ver la belleza de lo que todos los días ves con negatividad (por ejemplo, el lugar de estudio o de trabajo), llegas a cambiar, como le ocurre al protagonista de "Caro diario" tu mentalidad sobre esos edificios y cosas que en un principio te habían parecido tan... feas.
Celia.








                                                           



                  








Comentarios

  1. Celia muy interesante tu comentario sobre la fealdad, hay hermosuras que empachan y ya han perdido sentido, en Paris, esa parte tan "bonita" tan turística me parece falsa y sofocante como un decorado. Creo que quizás podríamos ver la película en clase porque está llena de poesía

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