Actividad 5: ¿Cuál es la verdadera historia de Caperucita?





                                         (Caperucita y su destino...)


Cuando busqué acerca de la historia del cuento de Caperucita Roja, me encontré con un gran número de relatos; no sabía que un cuento pudiese presentar tantas versiones.
Imagino que a la mayoría de vosotros os habrán contado de pequeños la misma historia que a mí. Crecí con la versión que parece ser de los Hermanos Grimm, y he de decir que si ya esta historia me parecía de pequeña tremendamente terrorífica por la figura del lobo (aunque el cazador rescatase a Caperucita y a la abuela), ahora que he leído la versión de El cuento de la abuela, siendo esta mucho más antigua (si no me equivoco) que el cuento difundido por Charles Perrault, me siento de veras como si hubiese crecido entre algodones, dadas las escenas tan siniestras y sangrientas que puede presentar este relato.
Después de haber echado un vistazo a El cuento de la abuela, en el que no aparece ninguna caperuza roja de la protagonista (simplemente porque en aquella época las prendas rojas no existían) se me hace muy raro pensar que una niña pudiese comerse a su abuela, beberse su sangre y meterse en la cama con el mismísimo lobo feroz, pero, ¡aún más extraño me parece que este tipo de historias se contasen de manera natural y aceptable a los niños! Aunque, sinceramente, desde el momento en el que vi que Caperucita podía acudir a casa de la anciana eligiendo el camino de agujas o el de alfileres, no me sorprendieron las crueldades que podrían venir después. Con lo fácil que hubiese sido para la pequeña llegar a su destino por un camino hecho de pétalos de flores...

Pero, claro, a mí me surge una nueva pregunta, sobre todo como futura maestra de niños, y es que, a pesar de que en la actualidad nos pueda resultar tan inmoral (o incluso "satánico") contarles cuentos a los niños en los que la sangre, el sexo y otros aspectos que normalmente son o han sido considerados como negativos socialmente estén en gran medida presentes, posiblemente los niños también necesiten para su correcta formación crecer conociendo aquello que más nos afecta después de leer El cuento de la abuela.

El cuatrimestre pasado toda la clase leímos un ensayo llamado El valor de educar escrito por Fernando Savater en 1997 en el que en algunos momentos se apelaba al miedo como un factor positivo en la educación. ¿De verdad aquellos niños a los que se les contaba el origen de la historia de Caperucita Roja dejaban de irse con extraños (lobos), o tenían más cuidado a la hora de caminar solos por el bosque? ¿de verdad era necesario jugar con sus sentimientos con el fin de educarles a base de provocarles temor?
Pienso que no soy, o que por lo menos no me gustaría serlo en un futuro, una persona partidaria de enseñar qué es lo mejor que hay que hacer y en cada momento a mis alumnos asustándoles por lo que puede pasar si no cumplen "las normas". Pero tampoco veo educativo que el niño crezca en un mundo en el que los mayores le estemos negando todo lo malo y haciendo que este sea engañado por la idealización de un mundo perfecto que muestran, a mi parecer, la mayoría de cuentos actuales. 
El niño debe saber que un camino no tiene por qué ser siempre de pétalos de flores.

Celia.

Comentarios

  1. Sí Celia, esos cuentos tienen un profundo sentido simbólico, y es verdad que las viejas historias de la literatura oral acercan normalmente al problema del mal. Es interesante porque los niños suelen interesarse por el mundo sombrío, y tienen mucha razón, porque la vida está llena de matices y el aprendizaje y la orientación a la luz no es unívoca. Lamentablemente hay mucho maltrato y los niños sufren torturas físicas o psíquicas que los cuentos que nos parecen tan espeluznantes lo que hacen es significarlas. Me parece mucho más peligrosa esa idealización de la que hablas, o el tratar a los niños como si fueran tontos, que es tan parecido a tratarles como objetos, cosa por desgracia, de lo más habitual en el mundo que conocemos

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